Como sector regulado, la gestión del blanqueo de capitales es impostergable, sin embargo, las recientes cargas de cumplimiento normativo impuestas por la ley 25 de 2015, el decreto ejecutivo 13 de 2022 y la resolución 201-2338 de 1 de abril de 2022 lleva al sector a la necesidad de abordar un riesgo en extremo complejo que para gestionarse requiere que se aborden temas relacionados como el manejo de la información, reputación y empleados.